Bolivia, el país más pobre de Sudamérica y sin salida al mar, no es para los débiles. Entre sus atracciones imperdibles se encuentra la “carretera más peligrosa del mundo”, así como una interminable extensión de desierto de sal; incluso la capital, La Paz, considerada la metrópoli más alta del mundo, es de difícil acceso.
Sin embargo, para un viajero dispuesto a resistir la adversidad, Bolivia es un viaje al pasado. En la cultura indígena más importante del sur de Guatemala, las hojas de coca y las mujeres que usan chaquetas de bolos son cosas que se ven todos los días.
La geografía del territorio es realmente extrema: desde la selva amazónica hasta los Andes, y desde las fronteras del imperio incaico a lo largo del lago Titicaca hasta el final del desierto de Atacama, moverse por el país no es tarea fácil.
Pero no te rindas a las dificultades: visitar Bolivia definitivamente vale la pena!